El cannabidiol (CBD) es uno de los 113 cannabinoides que se encuentran en la planta de Cannabis sativa. El más abundante junto con el tetrahidrocannabinol (THC), y representa hasta el 40 % del extracto de la planta. Varios grupos de investigación han logrado sintetizar y aislar al cannabidiol. A diferencia del THC, este cannabinoide no psicoactivo posee un gran potencial terapéutico con múltiples aplicaciones que todavía se están estudiando.
¿Para qué sirve el CBD?
El cannabidiol suele utilizarse en forma de aceite de CBD como un complemento alimenticio,remedio de uso tópico o como tratamiento farmacológico para aliviar el dolor o la inflamación, así como para ciertos estados emocionales como la ansiedad o la depresión. También puede utilizarse en pipas de CBD.
Del mismo modo, el CBD mejora la calidad de vida de las personas ayudando al tratamiento de diversos síntomas provocados por enfermedades neurológicas como el alzheimer o la esclerosis múltiple.
Beneficios del CBD
El cannabidiol posee múltiples propiedades beneficiosas que mejoran la calidad de vida de las personas y generan efectos positivos en la salud. Algunos de ellos son:
- Antitumoral: el CBD es buen tratamiento contra tumores y metástasis, ayudando a la no aparición y reproducción de dichos tumores. Del mismo modo, se utiliza para paliar los efectos de la quimioterapia.
- Reduce la presión arterial.
- Antipsicótico: es un tratamiento eficaz contra los delirios, la esquizofrenia o diferentes ataques psicóticos. También reduce las crisis epilépticas.
- Reduce los problemas dermatológicos, como acné o psoriasis.
- Calma las náuseas y evita las arcadas.
- Ayuda a abrir el apetito.
Del mismo modo, el CBD mejora la calidad de vida de las personas ayudando al tratamiento de diversos síntomas provocados por enfermedades neurológicas como el alzhéimer o la esclerosis múltiple.
Como consecuencia de todos los beneficios nombrados anteriormente y de las propiedades que posee el CBD, se ha incrementado su aplicación terapéutica. Entre las características más reconocidas de esta sustancia se encuentran:
Analgésico
Es una de las propiedades más reconocidas del CBD, el cual funciona como analgésico reduciendo la sensación de dolor e incluso inhibiendo totalmente. Esta alternativa de origen natural influye en el tratamiento de diferentes dolores crónicos y migrañas contrarrestando este tipo de molestias.
Propiedades antiinflamatorias
El cannabidiol disminuye las inflamaciones físicas, muchas veces causadas por dolencias crónicas. Esto significa que el CBD ayuda a mediar con la respuesta inmune asociada con ciertas enfermedades, actuando sobre las células que se ocupan de dicha respuesta.
Función antidepresiva
El CBD reduce los niveles de estrés, ansiedad y de diferentes fases depresivas, ayudando a combatir ciertas patologías como la depresión. Este tipo de enfermedades mentales son causadas por la serotonina. Por lo general, en estos casos se encuentra nula o muy baja. Con el cannabidiol lo que se consigue es aumentar la producción de dicha sustancia generando un estado de calma que impregna el cuerpo y la mente.
Reduce el insomnio
Debido a su efecto como relajante muscular y mental, el CBD favorece un sueño profundo y más relajante. Si bien, no es un inductor del sueño, con su aplicación se mejora la calidad del descanso, ayudando a que el cuerpo se encuentre completamente relajado.
Asimismo, por su potente efecto relajante a nivel muscular, sirve como tratamiento adicional a pacientes de esclerosis, fibromialgia y artritis, ya que calma los músculos y alivia los dolores óseos que estos puedan causar.
¿Cómo usar el CBD o Cannabidiol?
Cada vez se pueden encontrar más productos que contienen CBD en el mercado, para su uso terapéutico. Uno de los formatos más utilizados es el aceite de CBD y las cremas tópicas. La aplicación de los aceites es muy sencilla. Del mismo modo, se puede utilizar en pipas CBD.
Por otra parte, las cremas facilitan una administración sobre la piel en pequeñas dosis, en la zona con dolor, pudiéndose aplicar hasta 3 veces al día. Del mismo modo, se pueden encontrar diferentes geles, champús o productos de higiene íntima realizados con extractos de CBD para disfrutar de las propiedades de la planta.
Por lo general, si se usa en la dosis recomendada esta sustancia no supone ningún riesgo para la salud. Cuando se comienza a utilizar CBD es recomendable hacerlo con una dosis pequeña e ir aumentando poco a poco, para evitar posibles efectos secundarios.
Al no ser un compuesto psicoactivo, adictivo o tóxico, se trata de una sustancia que no es peligrosa para la salud, si bien se debe tener en cuenta algunos posibles efectos secundarios que pueden surgir por su uso excesivo.
Efectos secundarios el CBD
Aunque lo normal es tolerarlo bien, el cannabidiol puede causar algunos efectos secundarios. No obstante, dichos efectos suelen aparecer por la ingesta de dosis altas o de aceites muy concentrados. Hay que recordar que cada uno reacciona de forma diferente ante el uso del CBD, por lo que los efectos no son los mismos para todos.
Algunos de los efectos secundarios más comunes son:
- Presión arterial baja y mareos
- Sequedad bucal
- Somnolencia
- Pérdida de apetito
- Cansancio
Si se utiliza unadosis excesiva de cannabidiol puede ocasionar una lesión hepática. En el caso de su aplicación de forma tópica todavía no se conocen los posibles riesgos que pueden acarrear. También se debe utilizar con cuidado en el caso de interactuar con otros medicamentos como los anticoagulantes.
Para algunas personas con ciertas patologías esta sustancia puede estar contraindicada, por lo que se deben tomar una serie de precauciones especiales durante su uso. Este compuesto está contraindicado en los siguientes casos:
- Durante el embarazo: la ingesta de CBD en pacientes en estado de gestación no es segura, ya que todavía no se ha comprobado que consecuencias pueden provocar.
- Niños: algunas formas de CBD muy concretas están permitidas en pacientes pediátricos. No obstante, para asegurarse lo mejor es consultar con el médico antes de usar cualquier tipo de aceite o crema con CBD.
- En caso de enfermedades hepáticas la dosis debe reducirse. Ante la falta de estudios clínicos que demuestren la eficacia de dicha sustancia se recomienda evitar usarlo sin consultar antes con un especialista.